lunes, 11 de marzo de 2013

Generalidades


Consideraciones Generales:





En los últimos años ha cambiado mucho el modo en que se enseña y se practica el TaeKwon-Do, y con ello la importancia que se le reconoce a las posturas. Hoy día muchos instructores han dejado totalmente de lado las posturas para enfocarse en la rapidez y velocidad que exige el combate deportivo. Otros les reconocen importancia, pues son necesarias para triunfar en el “triángulo” que forman combate-formas-rotura del TaeKwon-Do ITF actual.
Antes el TKD era visto como un círculo (así decía el Gral. Choi, que en rigor aludía a un pentágono conformado por I- movimientos fundamentales, II- acondicionamiento físico, III- formas- IV- combate, y V- defensa personal).
El combate real exige la pegada de las roturas, la precisión de las formas, y la velocidad del combate (y algo más). Los practicantes deben desarrollar la capacidad de ejecutar sucesivamente a alta velocidad técnicas cambiando de postura y dirección, con foco adecuado y máxima potencia. Ese es un entrenamiento cada día más difícil de encontrar, que se da mediante la repetición de combinaciones rápidas bien armadas (por alguien que conozca “de adentro” lo que está enseñando).
Ese modo de practicar tiene un objetivo distinto al efecto estético al que apuntan las formas para ganar trofeos. No es casual que el General Choi haya considerado que los movimientos fundamentales son algo separado de las formas. Esta idea de utilidad práctica en combate es la esencia del TaeKwon-Do tradicional, donde todos los elementos se armonizan en un círculo ideal en el que ninguno sobresale, en vez del triángulo que actualmente se impone, resistente pero limitado.



Las posturas en TaeKwon-Do no son posiciones para ser adoptadas en pelea ni imitan a movimientos o actitudes de animales (a pesar de que algunas escuelas usan nombres como posición de felino, de tigre o de grulla). Son disposiciones físicas ideales que marcan el instante en que una técnica de golpe o bloqueo alcanza su momento de plenitud sin las restricciones que puedan existir cuando se las quiere aplicar.
Esto quiere decir que difícilmente puedan verse durante un combate en clase o torneo. Las posturas son herramientas para maximizar el poder de golpe en determinadas situaciones de combate real. Imagínese el lector en una parada de colectivo ante un asaltante que lo amenaza diciendo que lo acompañe mientras lleva su mano a la cintura, probablemente para sacar su arma. No hay “posición de lucha” ni nada, hay que definir la situación con un golpe súbito, de cero a cien en una fracción de segundo, con la precisión y frialdad de un cirujano. La rotación de la cadera, orientación de los pies y torso, y el juego de las rodillas permitirán la máxima utilización de la masa corporal y de la inercia, mientras la relajación de los músculos del torso y aceleración de las manos completarán los requisitos para que, alineado correctamente el cuerpo y miembros, se logre un impacto óptimo. En niveles más avanzados, las mismas posturas se emplean de modo más fluido (diríamos “líquido”, por oposición al golpe “seco”) para empujar, jalar y desviar (en suma, desequilibrar) con conciencia del peso/equilibrio propio y del rival. Para eso sirven las posturas en TaeKwon-Do.
Hace algunas décadas en TaeKwon-Do se discutía la conveniencia de posturas más cortas o más largas en las formas. La propia serie Taeguk (diseñada para cinturones de color en WTF a comienzos de los años ‘70) inauguró el uso de una postura frontal muy corta que tendía a reemplazar la más larga postura tradicional. Entonces se aludió al carácter más natural de las posturas altas, cercanas a la defensa personal. Al considerar el punto debe asumirse un dato fundamental: posiciones cortas y altas implican mayor cercanía con el oponente, y mayor riesgo. Por ello los practicantes de estilos de posturas cortas y altas (como las versiones del Karate de Naha o Tomari) o aún el Wing Chun chino, dedican gran cantidad de tiempo a desarrollar coordinación de bloqueos y golpes perfeccionando el ángulo de codos, antebrazos, ritmo, etcétera. Los estilos que proponen posturas largas (Shotokan, Tang Su Do e históricamente el TaeKwon-Do) conciben a la postura, según ya hemos dicho, como “disposiciones físicas ideales que marcan el instante en que una técnica de golpe o bloqueo alcanza su momento de plenitud”.
El lector debe pensar en cuál es la postura ideal para ejercer fuerza hacia delante (por ejemplo, cuando empuja un automóvil). La obvia respuesta es que su cuerpo adoptará una forma horizontal para orientar los segmentos corporales en ese sentido.
Es lo mismo que hace un velocista cuando se prepara para lanzarse a la carrera: se empuja contra el suelo con el metatarso trasero. Adviértase que los distintos tipos de trabajo (vencer una resistencia pesada en el primer caso, explotar hacia delante en el segundo) merecen similar tratamiento biomecánico. Posturas más largas aumentan el poder de golpe por mayor traslación de la masa corporal, además de aumentar la distancia que permitirá al puño alcanzar mayor aceleración, aprovechando el principio enunciado por la segunda ley de Newton (“Fuerza es igual a masa por aceleración”). Una postura excesivamente erguida no sirve si lo que se busca es maximizar el poder del golpe. Esa es la opción en el sistema de TaeKwon-Do desde sus inicios (verificable en líneas tradicionalmente enfrentadas como Mu Duk Kwan y Chung Do Kwan / Oh Do Kwan de los años ’50 y ‘60), y a esta altura las posturas cortas -que en algún momento pretendieron ser insertadas en el TaeKwon-Do “por decreto”- han demostrado ser mayormente una experiencia frustrada, por no ser coherentes con el resto de los elementos del sistema.
En TaeKwon-Do existe el principio de verticalidad, que dicta que la cabeza debe ubicarse sobre el centro de gravedad (aprox. tres dedos más abajo y más profundo que el ombligo), de modo tal que aquella esté siembre encolumnada verticalmente sobre la cadera, entre ambos pies.
En TaeKwon-Do existen aproximadamente veinte posturas formales (en esto no hay diferencias relevantes entre WTF e ITF), aunque sólo unas pocas son empleadas con frecuencia en la práctica. Seguidamente mencionamos e ilustramos las posturas más importantes:
La fuerza y la fineza de las técnicas de ataque o defensa dependen en gran medida de una “buena posición”, por ser la posición, el punto inicial de cada movimiento del Taekwon-Do. Esto contribuye a la estabilidad, la agilidad, el equilibrio y la flexibilidad.
Los principios fundamentales para una postura básica correcta son:_

 1- Conservar la espalda recta, salvo en determinados casos._
 2- Relajar los hombros.
 3- Tensar el abdomen.
 4- Mantener un efrentamiento correcto con relación al adversario.
 5- Mantener el equilibrio.
 6- Utilizar la flexión de las rodillas apropiadamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 

Visitas